viernes, 29 de julio de 2011

La mejor cara de Colombia ante el mundo

El reto que asume desde este viernes el país de ser la sede del mundial Sub-20de fútbol de la Federación Internacional que regenta dicho deporte, la FIFA.  es la mejor oportunidad que tiene Colombia para mostrarse ante el planeta como un territorio que además de la biodiversidad que ofrece, lo mejor que tiene está representado en su gente.

Estadio 'General Santander' de Cúcuta
Hay problemas de todo tipo, pero por encima de ellos están las manifestaciones cotidianas de vida de hombres y mujeres que hacen de esta patria algo grande y emocionante para vivir,  teniendo en el fútbol al deporte más popular, así sean otras disciplinas menos mediáticas las que generalmente entreguen los triunfos.

Aunque el fútbol organizado a nivel global y local es un negocio que arroja importantes dividendos económicos para sus manejadores, para el pueblo no deja de ser una fiesta significativa y pasional que genera alegrías, tristezas y un montón de sentimientos encontrados cuando de simple espectador se pasa a aficionado o hincha.

Aunque el oriente colombiano, de manera injusta, no fue tenido en cuenta para que algunas de sus ciudades, en especial Cúcuta, albergará uno de los grupos de selecciones nacionales en competencia, lo cierto es que la realización del certamen debe llenar de confianza a la nación para asumir responsabilidades de este orden y poder cumplirlas con éxito.

Tener delegaciones deportivas de los diferentes continentes, periodistas venidos de distintos puntos de la geografía mundial, aficionados llegados de una y otra parte, medios de comunicación mencionando a Colombia de forma permanente en sus secciones deportivas, es algo que no puede dejar pasarse de manera desapercibida, así a alguien no le guste el fútbol.

Aficionados cucuteños
Ojala la realización del campeonato mundial sirva para que los colombianos puedan integrarse más, reconocerse como connacionales no por accidente de la vida sino por la solidaridad que obliga el compartir un pedazo de tierra y sueños en común, para mostrar que la auténtica identidad está en la diversidad presente en 46 millones de habitantes, y, entre muchas otras cosas, que siguen siendo excelentes anfitriones.

La gracia de un deporte como el fútbol no está en darle puntapies a una pelota  y hacer goles. Está en entender que se trata de una actividad que permite integrar a personas, a colectivos; que si se practica como debe ser entonces enseña a trabajar con disciplina, a respetar roles, a cumplir tareas en provecho del bien común, a aprender a ser humilde en la victoria y a aceptar con decoro la derrota.

Bienvenido sea, entonces, este campeonato mundial de fútbol Sub-20 de la FIFA. Éxitos a todas las selecciones participantes, empezando por Colombia, la anfitriona. Los resultados deportivos son lo de menos, pues lo de más está en el regocijo de un pueblo que siente el orgullo de recibir a cientos de visitantes quienes, seguramente, desde hoy tendrán siempre presentes en sus vidas el placer de estar recorriendo y disfrutando las cosas maravillosas de un gran país: Colombia.


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