lunes, 26 de marzo de 2012

Siembra desconfianza y recogerás ...

En Colombia los buenos somos más
Colombia es un país hermoso, de contrastes,  lleno de  miles de riquezas naturales y con una población mayoritariamente entusiasta, optimista y de grandes valores, a pesar de las dificultades en que conviven buena parte de sus habitantes en términos de ingresos económicos reducidos y necesidades por montón, como consecuencia de ello.

El colombiano es un ser trabajador, solidario, astuto, inteligente, divertido, comprometido, entre muchas otras características cotidianas más, así la imagen estereotipada que de él se puedan formar muchas personas en el interior y exterior del territorio sea contraria a lo ya señalado, por culpa de algunos violentos, corruptos, politiqueros e insensibles personajes y grupos que han querido someter al país a sus torcidas prácticas.

De esta mirada rápida y general caben algunas reflexiones orientadas a decir que aquel adagio popular que reza: 'divide y reinarás', resulta cierto en diversas oportunidades.

Existe una palabra que ha venido siendo cultivada de manera minuciosa por sectores interesados en saciar apetitos particulares y criminales de poder: desconfianza.

Aquí los violentos, corruptos, politiqueros e insensibles (parecieran convertirse en sinónimos) han intentado 'enseñar' a los ciudadanos que los unos deben desconfiar, dudar de los otros, así no haya razones de fondo. En ese río revuelto los que salen ganando son los violentos, corruptos, politiqueros e insensibles.

La estrategia es muy simple: poner a la gente buena a dudar de todo el mundo, pues así los violentos, corruptos, politiqueros e insensibles pueden posar tranquilamente de victimas,  mientras las personas honestas, idóneas y correctas quedan expuestas ante la opinión pública como no menos que delincuentes. 

Casos como la yidispolitica, las chuzadas, los repartos en Agro Ingreso Seguro, los falsos positivos, las falsas desmovilizaciones, los carteles de la contratación de los Nule y unos cuantos avivatos más, no pueden ni merecen quedar en la impunidad.

Seguramente no todos los señalados sean responsables, ni todos los sindicados o acusados tengan los suficientes recursos económicos para pagar grandes sumas de dinero a los abogados defensores que se mueven como peces en el agua en los altos tribunales, para demostrar que son inocentes.

Seguramente algunos medios de comunicación ayuden cada día a generar mayor desconfianza cuando sus periodistas informan poco y desinforman mucho para congraciarse con sus 'jefes políticos' pensando más con el deseo que con la razón.

Seguramente escritos como éste ayuden a sembrar más desconfianza al evidenciar reflexiones generales y hasta ambiguas al señalar a muchos y a la vez no hacerlo con nadie en particular.

Lo cierto es que todos hemos caido en el juego propuesto por los violentos, corruptos, politiqueros e insensibles, que aunque resultan siendo una inmensa minoría de la nación terminan haciendo mucho daño a las personas de bien, la mayoría.

Ah dificil resulta en estos tiempos distinguir entre los buenos y los malos de la película, así no sea tan descabellado imaginar los roles protágónicos de los violentos, corruptos, politiqueros e insensibles en Colombia.

Los juegos de la mera ilusión

En noviembre próximo Norte de Santander y los también departamentos de Córdoba y Cauca serán las sedes de los XIX Juegos Deportivos Nacionales, cita que cada cuatro años convoca a los talentos de las diferentes regiones del país en diversas disciplinas.

La primera gran inquietud surgió hace cerca de cuatro años cuando el gobienro del entonces Presidente de la República Álvaro Uribe Vélez decidiera entregar a tres entes territoriales y no a uno sólo, como se acostumbra, la responsabilidad de organizar las justas deportivas.

Fue una de las tantas decisiones politiqueras que pululan en la geografía colombiana y sus gobernantes.

A pesar de todo, para el caso de Norte de Santander, la expectativa empezó a ser grande en la medida que la experiencia vivida en otros departamentos demostraba que las inversiones en escenarios resultaba significativa y era parte de la ganancia de ser sede del mayor certamen deportivo que tiene el país: remodelar algunas locaciones y disponerse a la construcción de otras nuevas.

El asunto es que como las disciplinas deportivas se repartieron como lista de mercado para intentar dejar contentos a las tres regiones en mención, es casi seguro afirmar que en ninguna de ellas se están haciendo o se harán las inversiones que en materia de infraestructura reclaman tales departamentos.

Para el territorio nortesantandereano hubiese sido preferible renunciar a la organización de los juegos que aceptar unos recursos económicos miserables, aunque a decir de algunos dirigentes locales es 'mejor poco que nada'. Por eso estamos como estamos.

En los foros que se han generado en las recientes semanas en ciudades como Cúcuta y a instancias del periodismo deportivo se han envidenciado posiciones encontradas, pero lo que casí resulta general es el hecho que en Norte de Santander se terminará haciendo parte de los juegos nacionales 2012 y el impacto en obras será bastante pobre para la magnitud del certamen.

Muchos podrán decir que de unos juegos lo que vale es el talento humano, los deportistas. Es cierto. Pero con pocos escenarios para la práctica de disciplinas la región seguirá en el atraso de siempre, y aquellos valientes que logran triunfar lo hacen más por méritos y sacrificios propios que por otras circunstancias.
Estadio General Santander

En meses anteriores se dejaron escuchar muchas mentiras sobre los juegos, como que el estadio 'General Santander' de Cúcuta iba a ser objeto de una cuatiosa inversión para terminar todo lo que se dejara pendiente por hacer. Lo cierto es que la inversión va a ser poca respecto a lo que se dijo. Ése apenas es uno de los tantos ejemplos que pudieran mostrarse.

Puede resultar cierto también que los anteriores gobernantes dejaron de presentar y gestionar proyectos para asegurar las inversiones requeridas, pero el panorama de los XIX Juegos Deportivos Nacionales en Norte de Santander es triste y entidades como Coldeportes han sido inferiores a los compromisos que demandaba una región como Norte de Santander.

Lástima que una gran oportunidad como la de ser sede de las justas deportivas más importantes de Colombia, certamen que se da cada cuatro años, haya tenido hasta el momento una experiencia tan vergonzoza para el departmaento y, lo peor, que lo que seguramente quede después de noviembre para la región sea apenas un poquito más de lo que está en la actualidad, que es casi nada, con contadas excepciones.

En conclusión: tanto tiempo esperar para tan poco.