¡ Día del locutor colombiano !

Cada 24 de marzo se celebra en Colombia el día del locutor. El Arcangel Gabriel un día como hoy le anunció a María que sería la Madre de Jesús, el hijo de Dios. En otras palabras, una fiesta religiosa que fuera adoptada para homenajear a quienes con la palabra se convierten a nivel del medio de comunicación radial en portadores de mensajes, no todos tan positivos como quisieramos, contrario a la misión que se le encomendara a Gabriel.

Hablar de los locutores colombianos es hacer referencia a maravillosas voces que desde 1929, año de la llegada de la radio a Colombia, hasta nuestros días, se han convertido para los oyentes en compañeros, amigos, ídolos y ejemplos de servicio a la comunidad.

Lectores de noticias, narradores deportivos, voces comerciales, animadores musicales, en fín, han provocado alegrías y tristezas, nostalgias y amarguras, dichas y desdichas, a través de miles, de millones de frases pronunciadas en emisoras de amplitud y frecuencia modulada a lo largo y ancho del país.

Ser locutor, algo que se escucha fácil, en el fondo no lo es tanto; bueno, para quien lo hace bien, de manera responsable y profesional. Quienes de forma improvisada han llegado a la radio como "paracaidistas", suponiendo que basta con emitir palabras como sea y de cualquier cosa, mucho más desde que dejara de existir la famosa licencia del locutor que exigía el entonces Ministerio de Comunicaciones, a lo mejor hacen ver el oficio como una cosa grotesca o vulgar.

Los locutores de ahora son muy buenos, así a muchos les dé por gritar, contrario a la elegancia de los hombres y mujeres de radio de antaño.

El locutor debe prepararse, la sóla "bonita" voz no es suficiente, el registro del timbre no lo es todo. Debe cultivar la lectura, el interés por la política, la economía, la cultura, las artes, los problemas sociales. Así sea para dar simplemente la hora. Detrás de todo locutor debe existir una gran persona, por pequeño que parezca su trabajo.

Todos quienes hemos hecho y seguimos haciendo radio, así sea dentro del desarrollo de actividades periodísticas, somos locutores, título que debemos llevar con orgullo.

¿A quién no le ha ocurrido haberse "enamorado" de una bella voz de la radio y "desencantado" del cuerpo que la produce? Esa será parte de la magia radial de la que tanto se habla?

Lo cierto es que ser locutor implica recorrer distancias enormes, llegar hasta la intimidad de las personas, estar en sus lechos, baños, cocinas, automóviles, en las ciudades y en los campos, en los sitios públicos y en los prohibidos.

Cómo no recordar en fechas como éstas a grandes locutores colombianos a nivel nacional como Eduardo Aponte Rodriguez, Jorge Antonio Vega, Manolo Villarreal, Gustavo Niño Mendoza y Jesús Alzate Arroyo, en la lectura de noticias.

Otto Greiffenstein, Armando Plata Camacho, Marco Aurelio Alvarez, en la cultura y el entretenimiento.

Pastor Londoño, Sergio Ramírez, José Antonio Churio, Roger Araujo,Armando Moncada Campuzano, Edgar Perea, Marco Antonio Bustos, Rodrigo Vásquez Valencia, Ruben Darío Arcila, Alfredo Castro, para hablar de algunos de los deportivos en varias épocas.

Todas esas figuras nacionales unidas a las grandes voces de la provincia, de donde surgieron muchos de los primeros. En el caso de Norte de Santander, departamento de Colombia desde donde se escribe este blog, es tiempo de recordar a personajes de la talla de Alvaro "el mocho" Barreto, Fernando Fonseca Roa, Humberto Castro Delgado, German Villanueva, Alvaro Gómez Zafra, Juan José Contreras, Alonso Fernández, Carlos Boada, para citar apenas unos pocos nombres y terminar siendo injusto con quienes no relaciono.Varios han dado el salto de la locución al periodismo.

Para los locutores de nuestros pueblos, de las emisoras comunitarias, comerciales y de interés público; en especial para ellos, el gran reconocimiento. Ahí está la verdadera vocación.

Sin duda, quedan muchos, muchos , pero muchos nombres sin recoger en estos párrafos. La mayoría. Algunos siguen vigentes, otros retirados del oficio, no faltan quienes ya han partido de este mundo. Con sólo mencionar a unos pocos la idea es expresar la admiración por todos.

Lo cierto es que si algo ha tenido la radio colombiana en estos ya casi 81 años de historia ha sido maravillosas voces acompañadas de mensajes inteligentes, llenas de emoción, pasión, pero, sobre todo, llenas de vida.

Felíz día, locutores colombianos.

Nota: Recuerdos a mis amigos y compañeros de la entonces "Ondas del Rio Sardinata" y de la ahora Sardinata Estéreo.