miércoles, 5 de octubre de 2011

Cicerón Florez Moya, maestro del periodismo colombiano

Nació en Condoto, Chocó, un día de los santos inocentes, el 28 de diciembre de 1936. Sin embargo, desde 1957 cuando llegara a Cúcuta a adelantar actividades periodísticas se convirtió en un nortesantanderano de corazón.
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Cicerón Flórez Moya ha recibido, ayer, el reconocimiento a la vida y obra de un periodista, la máxima distinción que año a año entrega el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar para homenajear a quienes han aportado a través de sus conocimientos y prácticas cotidianas al desarrollo de este oficio-profesión.

Sin duda alguna, hablar del maestro Cicerón es hablar de la historia del periódico La Opinión de Cúcuta, donde ejerce como sub-director. Es más, sin que parezca atrevido, referirse a La Opinión es contar la historia de Flórez Moya y todos sus colaboradores y colegas durante varios decenios.

El maestro Cicerón es el mayor referente del periodismo de Norte de Santander. La única oportunidad que tuve de compartir tareas en una misma empresa periodística con él fue en Radio San José de Cúcuta por allá en el año 91, cuando se desempeñaba como director del noticiero Luces de la Ciudad y yo hacía las veces de director de programación de la emisora, propiedad en aquella época del industrial José Urbina.

Admiraba, además de sus calidades humanas y criterio para mantenerse a la par de la noticia, ni siquiera detrás de ella, cómo hacía para estar todo el día en el periódico, lo que incluía parte de la noche, para luego madrugar y cumplir sus tareas periodísticas radiales.
Como directivo del Colegio Nacional de Periodistas entregó varias condecoraciones. Foto: Diario de la Frontera 1991

Siempre he pensado que los mejores periodistas de Colombia están en la provincia, así los más influyentes trabajen en Bogotá y su labor tenga mayor visibilidad cuando de medios nacionales se trata. 

Por eso, lo del Premio Nacional de Periodismo para Cicerón Flórez Moya es apenas algo coherente con todos aquellos propósitos y logros que ha conseguido construir y consolidar de forma cotidiana, no buscando reconocimiento alguno como el que le ha llegado, pero bien merecido lo tiene y apenas justa la decisión.

Maestro Cicerón, considero no errar al manifestar que el periodismo nortesantandereano y colombiano  se siente orgulloso, no del premio en sí que le ha correspondido, sino de la labor que usted ha desarrollado en una región como ésta que reclama a diario excelentes periodistas, comunicadores de la palabra que sigan demostrando que la información es un bien público y el periodismo un noble servicio.

En el periodismo no necesitamos ídolos sino buenos ejemplos. Esto último sigue siendo Cicerón para muchos de nosotros.


1 comentario:

Ramón Antonio sánchez Rozo dijo...

Excelente oportunidad de reconocer tan importante labor. En buena hora por el maestro Cicerón, si bien mi condición de ser humano me ha permitido espontáneos saludos al maestro, siempre he guardo un postulado de respeto por sus escritos.
Apreciado William Javier, guardando las proporciones y el hecho de ser únicos e irrepetibles como seres humanos racionales, estas por el camino de los buenos ejemplos a imitar, hoy que estas en la academia buena falta haces a la radio, tu mesura y calidez de en la información, me alegraba oírte en la radio, al lado de capachito (maravilloso ser humano), el Catatumbo le hace bien las luces que puedes encender desde tus capacidades y visión humana en este panorama oscuro y un tanto desierto, habido de decisiones para construir el bien común. Me encantaría que pudiésemos hablar hay grandes oportunidades para construir y servir.
Continúo haciendo el programa radial y este año con grandes retos. Más noticioso.
Atentamente,
De usted su servidor y amigo
Ramón Antonio Sánchez Rozo
Cl, 3134827126
Correo, fotorask@gmail.com