domingo, 12 de mayo de 2013

Hablamos con la prima de la Santa

 
Un trozo significativo del olor a Santidad de María Laura de Jesús Upegui Zapata, la Santa Laura, la Madre Laura, la Laura de los indígenas, la Santa Laura de Colombia, toca al departamento de Norte de Santander, en especial a la provincia de Pamplona.
 
Si bien en su tierra natal, Jericó, Antioquia, la alegría es inmensa, no menos lo es en municipios como Toledo, Pamplona, Labateca, Cácota y Chitagá, en territorio nortesantandereano, donde la hoy Santa Laura hizo recorridos desde septiembre de 1924 para internarse en la zona del Sarare, junta a otras misioneras y sacerdotes. El propósito: cristianizar y asistir humanitariamente a los indios tunebos o U´wa de esta región del país.
 
Lo anterior, hace que la fecha extraordinaria del 12 de mayo para Colombia en que el gobierno Vaticano eleva a la dignidad de Santa a una persona nacida en estas tierras toca a varias partes de la geografía nacional donde la Madre Laura, donde la Santa Laura, hizo su tránsito en calidad de misionera.
 
La que se convirtiera en Congregación de las Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena tuvo protagonismo durante 21 años en la región del Sarare, con el apoyo del entonces Obispo de Pamplona Rafael Afanador y Cadena, del Rector del Seminario Enrique Le Doussal y del también presbítero y científico Enrique Rochereau.
 
Un hecho desconocido para muchos es que una familiar de Santa Laura, también paisa y religiosa, vive en Pamplona, Norte de Santander. Se trata de la actual Rectora del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de la Comunidad de Hermanas Bethlemitas, Maristella Upegui Zapata.
 
¿Usted es prima de la Santa Laura?
 


Hermana Maristella Upegui Zapata, prima de Santa Laura.
La mamá de la Madre Laura era tía abuela de nosotros. Es cercana. La Madre Laura era prima en segundo grado de nosotros. En estos momentos creo que somos, las primas en segundo grado, las que podemos estar cercanas.
 
¿Y qué se siente  tener una prima colombiana, la primera Santa de nuestro país?
 
¿Qué se siente?... Pues yo me siento muy emocionada. Hay momentos que, cuando pienso, de la emoción se me ha subido la presión. De la emoción lloro, porque es como algo muy grande, que el Señor así como a la familia le ha dado grandes penas, también le ha dado grandes alegrías.
 
Para toda la familia es una gran alegría y es un volver a reunirnos, porque nosotros ya estamos por distintas partes del mundo. Tenemos primas en Colombia, en Italia, en el África, en Francia, en Venezuela, en México Estamos regadas y regados por todas partes
 
¿Además de la Santa Laura y de Ud. hay más religiosos dentro de la familia?
 
La familia ha sido numerosa en religiosos. Miramos que la primera persona que nosotros (en la familia) conocemos religiosa, la Madre María de Jesús Upegui, tía de la Madre Laura. Miramos la mamá de la Madre Laura, la Madre Laura. Hay hermanas que han sido de La Presentación, hermanitas de los pobres, hermanas salesianas... que hemos sido o somos de la familia de la Madre Laura.
 
Mirando la vida de la Madre Laura, por ahí dice ella que la confirmó un arzobispo que era de la familia. Con eso leemos que en la familia, fuera de sacerdotes, también hubo un arzobispo.
 
¿Algún recuerdo suyo, algún contacto que haya tenido con la Madre Laura?
 
Cuando yo era muy pequeña recuerdo que mi papá nos llevó a todos (donde la Santa). Nosotros somos de familia numerosa: fuimos quince hijos pero vivimos trece. Mi papá nos llevo a visitar a la Madre Laura.
 
La vimos en una silla de ruedas. Ella no se movía. Mi papá nos cargó y nos puso en las rodillas de la Madre. Ella nos contempló. Que nos hubiera besado, no recuerdo, pero que nos hubiera dado la bendición, sí lo recuerdo. Ya mi papá nos iba bajando, porque él nos llevó a todas y a todos (los hijos). Recuerdo ese dato con la Madre Laura.
 
¿Cuántos años tenía Ud. Hermana Maristella?
 
Era pequeña... porque mi padre murió en el 48. Por ahí unos cuatro o cinco años debía tener yo. También recuerdo el día de mi primera comunión que una tía que me preparó, en el momento que me iban a tomar la foto ella me llevó a que hiciera oración, colocara las manos y que todo lo que yo le pidiera al Señor en ese día me lo concedía.

Entonces me dijo (la tía): pídale al Señor el ser religiosa. Dígale que Usted quiere ser religiosa como la Madre Laura, y quiere ser santa como la Madre Laura. Lo que prueba que ya la Madre Laura dentro de mi familia, a pesar de todo lo que a veces decían que hacía locuras, también veían que era santa.

Había un reconocimiento no solamente familiar sino social, porque las historias narran que por donde la Madre Laura pasaba la gente salía masivamente a recibirla...

Sí. La Madre Laura por donde pasaba iba haciendo el bien. En la familia oí una vez un comentario que a mí me impactó mucho pero que vine a comprenderlo ya cuando era mayor. Estando muy pequeña oí que mis tías hablaban de que la Madre María Jesús (tía de la Madre Laura) y la Madre Laura eran locas, porque imagínese que se habían ido a trabajar con las almas enajenadas.

Yo no comprendía quién era enajenada. Después comprendí que la Madre María Jesús y la Madre Laura habían sido directoras del manicomio de Bello, en Antioquia. Y como comentario está que cuando la Madre Laura o la Madre María Jesús estaban en el manicomio los locos estaban todos tranquilos, no necesitaban medicinas ni nada. Eso no más muestra la santidad y el amor de ellas por el Señor que se manifestaba dándoles como paz en el lugar donde ellas estaban. O sea, así no les diera la paz a ellas personalmente, las personas que estaban con ellas sí disfrutaban de paz.

Cuando esta entrevista se publique Ud. ya va a estar en el Estado Vaticano, asistiendo a la canonización de su prima, la Madre Laura. Imagino que también otros familiares.

Nosotros vamos a reunirnos, Upeguis, 20 personas, y vamos todas de distintos lugares. Va una hermana de México, mi hermano que está en Bogotá, su hija que está en Francia, la otra hija que está en Ginebra (Suiza), hay hermanas y familiares que están en Alemania, en Estados Unidos en distintas partes, en la misma Italia... y yo que voy desde Pamplona (risas).

Cómo calificar varios hechos: la primera Santa Colombiana tiene más familia religiosa, empezando por Usted, hermana Marístella. Ella pasó por Pamplona y Usted está aquí, en esta misma tierra. Ella fue maestra y Usted también ha dedicado su vida al mundo de la educación...

Toda nuestra familia, por lo que yo me he dado cuenta, venimos de ser maestros. Mi papá cuando murió era Secretario de Educación (de Antioquia), mis hermanas han sido maestras. La mamá de la Madre Laura antes era maestra.

Miro que mis sobrinos y demás familiares en el lugar donde están son maestras. Entonces veo que es un regalo que el Señor nos ha hecho a nosotros, en la familia, el preocuparnos por el otro, el de llamarnos de distintas maneras a su servicio, y de una manera especial el de participarnos de esa pedagogía que nosotros podamos ayudar y enseñar a los otros.
 
 ¿Qué decirle a los pamploneses, a los habitantes del Sarare, de Norte de Santander, sobre este gran acontecimiento y saber que esta región del país también recibió las buenas obras de la Madre Laura?

Pues, mirar cómo el Señor a nosotros nos ha hecho grandes regalos. Si hablamos de Pamplona y todas estas regiones, recuerdo a la Madre Laura cómo ella les enseñó a sus primeras religiosas que el regalo tan grande que les había hecho el Señor era la naturaleza, el cómo disfrutar, conservar y vivir agradeciendo a Dios, a través de la contemplación y a través del buen uso de todas las cosas.

Como de recuerdo, pienso yo, ser muy agradecidas con el Señor. La Madre Laura tenía una frase que era: "no hacer quedar mal a Dios". Que nosotros vivamos muy agradecidos con todo lo que el Señor nos da, sabiendo que Dios lo primero que nos da es su amor.

Un placer haber dialogado sobre la primera Santa de Colombia. Un orgullo haberlo hecho con una de sus familiares, con la prima de la Santa, la hermana Marístella Upegui Zapata, rectora del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Pamplona, Norte de Santander.

Seguimos pidiendo al Señor que nos bendiga, que bendiga a Pamplona y que bendiga  a todas las personas que en ella viven, especialmente a los sacerdotes, religiosos, niños. De manera muy especial una bendición para el colegio de las hermanas Betlemitas.
 
 Nota: un programa radial especial se emitió por Radio Universidad de Pamplona y Radio San José de Cúcuta con la entrevista completa y otros testimonios.

Escuchar aquí programa radial completo: La Santa Laura en Norte de Santander
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Da mucha pena que en la Institucion "Catolica" existan personas de tan volatil temperamento como La "religiosa" alli entrevistada, Maristela Upegui Zapata, como biografo y estudioso de Santa Laura Montoya, no encuentro documento alguno que acredite a Maristela como prima o ancestro alguno de Santa Laura por parte de Doloritas Upegui madre de Laura MOntoya. Lo que si quedo sentado fue la soberbia y altaneria con que Maristela trato a varios periodistas en Roma y algunos fieles y peregrinos en tan magno y solemne acto en Mayo 12 del 2013, gritando pordebajiando a otros, en la misma basilica de San Pedro, porque no se ponian de acuerdo en rapartir unas tarjetas de iunvitacion a un almuerzo y unas escarapelas de plastico con el logo de Santa Laura. Esto no es una tribuna para desprestigiar a ningun ser humano, es solo una suplica de que Maristela Upegui cambie y en realidad sus dias restantes en este mundo asuma una actitud conciliadora, que en su corazon se mantenga un rayo de amor y compasion, porque son demaiados incidentes de estudiantes, otras religiosas y pobladores de Pamplona que han sido atacados por esta falsa espiritual !!!