jueves, 27 de enero de 2011

¿Hasta cuándo?




Lamentable la nueva tragedia minera ocurrida en zona rural del municipio de Sardinata tras lo sucedido en la mina de carbón "La Preciosa", donde 21 trabajadores perdieran la vida cuando se encontraban adelantando allí sus labores rutinarias y no pudieran escapar a la fatal explosión que se presentara en las primeras horas de la mañana del miércoles. 11 de las victimas eran jefes de hogar que habitaban uno de los sectores de la periferia de la cabecera urbana.

Lamentable que en ese mismo lugar en 2007 se hubiera presentado un accidente similar, sólo que el 3 de febrero de dicho año fueron 32 los hombres que murieron.

Lamentable también que todos los días en distintos puntos del país cientos de colombianos sigan exponiendo sus vidas en esta actividad sin gozar en muchas ocasiones de las condiciones de seguridad mínimas que se requieren en estos casos, y sin que las autoridades competentes actúen de una buena vez por todas para evitar o prevenir estas tragedias anunciadas.

Lamentable que miles de seres humanos tengan que arriesgar sus integridades físicas y exponer a esposas y niños a quedar viudas y huérfanos porque no tienen opción diferente a ganarse unos cuantos pesos para medio subsistir, cuando son los dueños o administradores de estos lugares llenos de riqueza natural los que se quedan con las grandes ganancias que deja la explotación de minerales, mientras los ciudadanos de a pie asisten a los funerales de unos y de otros, de la misma condición obrera.

Lamentable, de igual forma, que el tema de la seguridad minera salga a la palestra cada vez que ocurren tragedias como la de Sardinata, para llegar casi siempre a la misma conclusión: falta de control gubernamental sobre el asunto. ¿En el otro tiempo qué se hace, entonces? Ojala en el próximo encuentro sobre el particular (tercera Convención Nacional Minera) programado para la primera quincena de febrero en Bogotá se acuerde menos retórica y más acción.

Lamentable que funcionarios del más alto nivel lleguen a ver ahora sobre el terreno lo que no han querido observar antes desde sus cómodos escritorios en Bogotá o Cúcuta, y a dar sentidos mensajes de condolencia que por ineptitud o negligencia a lo mejor seguirán repitiendo aquí mismo o en otro lugar de Colombia dentro de algunos días.

Lamentable que departamentos como Norte de Santander, junto con Antioquia, sea de los que mayores accidentes mineros registra sin que el panorama parezca cambiar para bien.

Lamentable que municipios de la importancia de Sardinata, rico en minerales como fósforo y carbón, con presencia de petróleo, con cultivos de café y cacao, con un talento humano excepcional y una capacidad extraordinaria de trabajo de sus gentes, sean apenas noticia nacional o internacional cuando una u otra tragedia asoma a sus puertas.

Lamentable que el gobierno central y muchas veces el regional no presten mayor atención a las problemáticas de los sardinatenses, quienes claman por una carretera decente que los comunique con la capital de Norte de Santander, a escasos 70 kilómetros y con huecos por todos lados, desde antes de la emergencia ocasionada por las lluvias. De la misma forma, por recuperar la importancia de su hospital cuya dirección principal depende del centro asistencial de Tibú, por disponer de mayor inversión social, porque el campesinado goce de mayores garantias para ejercer los oficios propios del sector rural... En fin.

Que la tragedia minera ocurrida en Sardinata sirva para llamar la atención del país en general hacia una región rica y llena de posibilidades pero con necesidades por doquier, no por culpa de sus gentes, sino de la ausencia de Estado, ése que apenas se contenta con entregar lo mínimo, o hasta menos, y que con paños de agua tibia pretende solucionarlo todo.

A las familias y allegados de los mineros muertos, nuestro abrazo solidario, y porque la visita este viernes del Presidente de la República Juan Manuel Santos a la zona no sea anecdótica sino cargada de anuncios reales para los cientos de mineros que al salir de casa no saben si será la última vez que lo hagan, dadas las condiciones en que deben trabajar.

Fotografías: http://www.larazon.com.ar/ y Diario La Opinión de Cúcuta

No hay comentarios: