jueves, 22 de julio de 2010

Rompen los gobiernos, nunca los pueblos hermanos


Las falsas democracias, de derecha o de izquierda, son tan peligrosas como las peores dictaduras que el mundo haya conocido en su historia, porque al final terminan mostrando de una u otra manera sus desbordadas ambiciones de poder y queriendo arrastrar y poner a sus pueblos como carne de cañón y excusa de los conflictos entre sus gobernantes.

Tan graves como las denuncias de Colombia sobre el encubrimiento del gobierno venezolano de líderes guerrilleros que han cruzado la frontera y permanecen, supuestamente, a sus anchas en ese país, es el rompimiento de relaciones diplomáticas declarado por el Presidente de la República Bolivariana Hugo Chávez Frías, lo cual ahondará más la crísis política y económica entre el par de naciones, y cuyo impacto se hará sentir con más fuerza en las zonas de frontera.

Era apenas de esperarse que una cosa desembocara en la otra. La exigencia colombiana de verificar los presuntos campamentos de la guerrilla en regiones como el Estado Zulia no iba a tener aceptación por parte de los vecinos, y la mejor forma de distraer la atención ha sido la protagonizada por el mandatario nacido en el mismo territorio donde lo hiciera Bolivar, quien debe estar dándose golpes de pecho en el más allá por las cosas que hacen los líderes de ahora en el más acá.

Entre Colombia y Venezuela existen 2119 kilómetros compartidos de frontera terrestre que unen dos porciones de América y que sirven como punto de encuentro de un mismo pueblo, uno sólo. El sol y la luna que alumbran no son diferentes, ni siquiera el idioma nos separa. El chamo de allí es el toche de aquí, las coplas de los llaneros patriotas son las mismas de los hombres del Arauca vibrador. Hasta en los reinados mundiales de belleza ya sabemos que aunque las venezolanas generalmente ganan, las colombianas obtienen triunfos morales, cuando no el virreinato. Las victorias de los unos en fútbol son de los otros en el beisbol.

¿Qué habitante de frontera no ha pasado a uno u otro lado para mercar en el Carrefour o el Éxito de Cúcuta, o en el Garzón o La Gran Parada de San Cristobal, para hablar no más de sitios de las capitales de Norte de Santander y del Táchira?. Si antes veíamos por la televisión a Topacio, ahora lo hacemos con Betty la fea.

Cómo decirles a las miles de familias que tienen lazos directos de sangre a lado y lado que los gobiernos que han escogido son incapaces de ser solidarios y corresponsables de sus actos. Será tanta la convivencia entre los pueblos que la mamá cuenta dinero en pesos pero unos kilómetros más allá su hija o sobrina lo hace en bolivares fuertes. Será tanta la confraternidad de las naciones que la Vuelta al Táchira en bicicleta no es la misma sin pedalistas colombianos, como una temporada de baloncesto en Colombia sin los encestadores patriotas.

¿Qué venezolano no se ha maravillado con Cartagena de Indias y qué colombiano no ha disfrutado de Isla Margarita, cuando han podido recorrerlas?

Ahora, dentro de todo este panorama, qué podrán pensar los indigenas Wayú de la península de la Guajira que habitan el norte de Colombia y el noroeste de Venezuela sobre el mar caribe, que por razones ancestrales y culturales no distinguen entre uno y otro suelo, porque simplemente para ellos no hay frontera.

Es apenas evidente que los proyectos políticos y económicos de Colombia y Venezuela andan por orillas contrarias, nada de otro mundo, pero esa situación no puede exponer a mayores niveles de angustia a las gentes de aquí y de allá, ni a falsos nacionalismos ni a llamados gratuitos de dignidad nacional en una y otra parte.

En lo particular, siempre he creido que los pueblos están por encima de sus gobernantes. Esta oportunidad no es la excepción. Ahora, si quienes nos gobiernan son delincuentes o tienen tratos con estos, pues hay que desenmascararlos. Si esa ha sido la tradición, entonces hay que acabar con ella.

Es un gran reto para la diplomacia internacional ayudar al entendimiento claro y transparente, no de las naciones, sino de sus gobiernos. Reto para la Organización de Estados Americanos, OEA; reto para la naciente Unión de paises sudamericanos, UNASUR; reto para los intelectuales, reto para los artistas, reto para los universitarios, reto para los ciudadanos de a pie, reto para los industriales, reto para los comerciantes...

En una relación de pareja cuando no hay entendimiento se parten cobijas y cada cual por su lado. Muchos ni se vuelven a ver. Aquí la cosa es diferente: por siempre vecinos. Esto implica que estamos condenados, en el mejor sentido, a entendernos. Siempre hermanos.

Hasta ahora han hecho más por la integración Juanes y Ricardo Montaner cuando decidieron dar el primer concierto de Paz Sin Fronteras sobre el puente internacional Simón Bolivar entre Villa del Rosario y San Antonio, acompañados de Carlos Vives, Miguel Bosé y otros artistas más, que dos jefes de Estado que han estrechado sus manos, se han peleado y se han reconciliado según sus conveniencias, además, claro está, de situaciones notoriamente contrarias a aquellas que demandan las relaciones internacionales.

Se distancian los gobiernos, jamás los pueblos hermanos.



martes, 20 de julio de 2010

Colombia 200 años: ¡sí se puede!




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Hoy se cumplen 200 años del grito de independencia de Colombia. Lo ocurrido aquel viernes 20 de julio de 1810 en Santa Fe, el centro del poder virreinal de la Nueva Granada, se rememora en cada rincón del país: unos, celebrando por la autonomía ganada y, otros, reclamando que la patria se convierta, ahora sí, en un espacio incluyente y de justicia social, para hacer énfasis en lo que reza el artículo primero de la Constitución Nacional:


Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.


Al país le ha pasado lo que a muchos hijos les sucede cuando ganan la mayoría de edad y se van de la casa a construir su propio proyecto de vida: confunden la libertad con el libertinaje, consideran que pueden hacer y deshacer y que son los amos y señores del mundo.

De esa ´patria boba´que se viviera después del famoso episodio del florero de Llorente (periodo de 1810 a 1816), consistente en luchas desaforadas por el poder, que luego darían pie a la reconquista española, no es mucho lo que ha cambiado el país hasta nuestros días. Sin embargo, lo que sí ha permitido demostrar es que Colombia es un territorio hermoso y de gentes nobles, pues ni la corrupción, ni los que defienden la lucha armada, ni los ilustres apellidos de la República, ni los modelos económicos privatizadores y excluyentes han podido acabar con el país y el optimismo de sus gentes.

A propósito, Tola y Maruja en su columna de El Espectador el pasado domingo (pag. 42) al rememorar el incidente premeditado del florero trataron de explicarlo con personajes de ahora:
-Oites Tola, ¿cómo fue el Grito de Independencia?
-Resulta que el prócer Juan Manuel Santos fue donde el virrey Uribe a pedirle prestado un florero pa agasajar al venezolano Hugo Chávez que venía de visita a Santafé.

Bueno, lo destacable es que esta importante fecha sirva como pretexto de reflexión sobre cómo está hoy el país 200 años después de su grito de independencia, sin que se nieguen los avances significativos que se han dado en este lapso, el papel jugado por hombres y mujeres para construir una mejor nación, entendiendo que es mucho aún lo que falta por realizar.

Que este bicentenario nos haga sentir, a todos, colombianos por igual, no por lo pasado, sino por lo que pueda venir, en el entendido que los desplazados por la violencia vean posible el volver a sus tierras, que los indigenas no sigan recibiendo tratamiento de "bichos raros", que los afrodescendientes sientan que el país también les pertenece, que los actores armados de izquierda y de derecha comprendan que no hay lugar ya para ese tipo de luchas.

También, que los gobernantes entiendan que si el soberano es el pueblo no pueden seguir ayudando a la ignorancia de éste, que el pueblo (organizado como sociedad civil) despierte y logre transformaciones sociales y políticas de manera no violenta, que los modelos económicos se ajusten a la propuesta de país y no al contrario. Que el narcotráfico, el secuestro, la extorsión, la amenaza, la corrupción y tantas prácticas horribles y degradantes se conviertan dentro de poco en parte de la historia, esa que nunca deberá repetirse.

Qué bueno sería escuchar que los únicos conciertos que se presenten sean los de los artistas de nuestros país, como parece hacerse tradicional cada 20 de julio en plazas y parques de los 1102 municipios colombianos, en vez de aquellos para delinquir a que tanto nos tiene acostumbrada la clase politiquera criolla; que las urnas de las que se hable sean aquellas que, por encargo de los antepasados, se abren hoy día para conocer las memorias de la patria de ayer, en reemplazo de las otras que sirven para enterrar los muertos de la violencia. Que no suene a tragedia nacional el que una seleccion de fútbol no clasifique a un mundial, en cambio sí el hecho que miles de niños se acuesten con hambre, para poder cambiar esta cruda realidad.

La riqueza de Colombia en talento humano, multiculturalidad, montañas y valles, bambucos y vallenatos, ríos y mares, flora y fauna, tiene que ampliarse a lo educativo y lo investigativo, buscando repercutir en materia de ciencia y tecnología; debe llegar a la democratización de sus medios de comunicación, a la consolidación de varios partidos políticos, a la transparencia e independencia de las actuaciones de quienes integran y representan las ramas públicas del poder, a la igualdad de oportunidades más en la práctica que en la retórica.

Son 200 años que seguramente tengan muchos peros, sin embargo, se convierten en la oportunidad de hacer de Colombia un mejor Estado, donde las utopías de las gentes de bien sean posibles para que nuestros hijos agradezcan eternamente que les hayamos dado este país por patria.


miércoles, 14 de julio de 2010

Norte de Santander: 100 años












Por medio de la ley 25 del 14 de julio de 1910 la Asamblea Nacional de Colombia aprobó la creación del departamento Norte de Santander, el cual quedó integrado por las provincias de Cúcuta, Pamplona y Ocaña, ley sancionada por el entonces Presidente de la República Ramón González Valencia.Se cumplen en la fecha 100 años de historia de un territorio que antes había pertenecido al departamento de Cúcuta y también al antiguo Santander.

Para todos quienes hemos nacido en territorio nortesantandereano, en mi honroso caso en el municipio de Sardinata, esta fecha se convierte en motivo de orgullo, pero también de reflexión y crítica. No puede ser para menos, cuando de mirar las realidades en distintos órdenes de la región se trata, con el ánimo que esta primera centuria no quede apenas en el ámbito de lo anecdótico y la euforia de los discursos en la pasajera celebración.

Es cierto que desde 1910 a la fecha Norte de Santander como departamento le ha aportado más cosas al país que lo que ha podido recibir de éste, pues los procesos política y administrativamente centralizados desde Bogotá siempre han visto a la periferia como eso, más allá de los contentillos que decide dar de vez en cuando.

Si se mira la situación actual de los 40 municipios que integran su territorio hay desigualdades notorias y enormes tanto en las cabeceras urbanas como en los sectores rurales, sin olvidar que en muchos de ellos hacen presencia todos los actores armados de los que se pueda tener noticia en Colombia. El decir todos no resulta exagerado. Esto habla de las inmensas riquezas naturales que el departamento posee y de su estratégica posición geográfica que lo conecta con Venezuela a través de los estados Táchira y Zulia.

Hagamos repaso de forma rápida de aspectos sobre los cuales no se tendriía que estar hablando cien años después de haberse reconocido la región como departamento, pues deberían estar ejecutados y superados:

1. No resulta posible que siendo el Catatumbo la zona más importante y rica de Norte de Santander, sea de las más olvidadas y maltratadas. Todo el petróleo que de allí se sacó en abundante cantidad cuando la época de la concesión Barco no valió siquiera para dejar pavimentada o asfaltada la carretera hacía Tibú. Ni qué decir de emprender viaje desde allí hacia La Gabarra o el Tarra, también por vía terrestre.

De igual manera, hace algunos meses en medio de una charla que daba a algunos lideres de la localidad, allí mismo, escuchaba la queja que ni siquiera en el hospital de Tibú se atienden ya partos y que las mujeres a punto de parir son remitidas a Cúcuta.

2. El proyecto del embalse multipropósito del Cinera que se discute desde mediados del siglo anterior para asegurar agua potable para la capital del departamento y su área de influencia, nunca ha sido tomado en serio por la clase dirigente. Resulta penoso que una ciudad como Cúcuta tenga sometida a parte de su población a racionamientos del preciado líquido durante varios días a la semana.

3. Retomando el tema de las carreteras, ¿Cuántos años llevamos escuchando que "ahora sí" se van a terminar los trabajos de asfaltado de la vía a Ocaña? Ni el hecho de haber tenido Presidente de la República ni ministros de obras públicas oriundos de la región ha servido para cumplir con ese propósito de manera definitiva. Tampoco para mejorar, de una vez por todas, los 200 kilómetros que separan a Cúcuta de Bucaramanga. Cuando se terminan los arreglos de un tramo ya otro está en deplorables condiciones.

Para qué hablar de los trayectos de las redes secundarias y terciarias si en los primarios, a cargo del gobierno central, las cosas funcionan con simples pañitos de agua tibia.

4. En materia de salud las cosas no es que funcionen tampoco de la mejor forma (la misma radiografía del país). Municipios que contaban con sus hospitales han visto convertir a varios de éstos en simples puestos de salud, limitándose lógicamente la atención que reciben los usuarios.

5. La seguridad regional se ha pretendido resolver más con anuncios reales sobre incrementos de pie de fuerza en lo policial y militar, que con inversión social propiamente dicha.

6. El empleo formal se ha estancando dando paso al informal y hasta llevado a las personas a ingresar a los grupos de delincuencia bajo el argumento que por tener algo de ingresos economicos deben hacer lo que sea.

7. La clase política del departamento ha sido y sigue siendo de ´medio pelo´. Conservadores y liberales se han repartido el poder, en ocasiones con disfraces de otros movimientos y partidos, enriqueciendo sus bolsillos y empobreciendo todavía más los del pueblo. La ética de lo público parece haberse quedado en mera demagogía y frases populares como "que roben, pero que hagan algo" se han convertido en especie de legitimadoras de conductas impropias, censurables y dementes de los llamados ladrones de cuello blanco, que merecen ver cambiadas sus lujosas mansiones por cárceles de por vida.

8. En educación el atraso de Norte de Santander es evidente. A pesar de contarse con tres universidades públicas (Pamplona, UFPS Cúcuta y UFPS Ocaña), éstas no han logrado aún tansformar su entorno. La región apenas se da cuenta que existen, si acaso. La investigación sigue siendo incipiente y los postgrados apenas empiezan a despegar a nivel de maestrías. En primaria y secundaria la cobertura puede haber mejorado, pero la calidad..quién sabe.

9. La infraestructura deportiva es lejana a la de otras zonas. Muchos de los más importantes escenarios están a medio terminar, haciéndose evidente la falta de otros. Los deportistas tienen que mendigar en muchas ocasiones los dineros para poder competir dentro y fuera del departamento. La oportunidad de ser sede de unos juegos nacionales se ha dado para el 2012, pero sólo en determinados deportes, al ponerse a la región a compartir protagonismo con Córdoba y Cauca. A eso se le puede llamar recibir tratamiento de quinta.

10. En materia de integración colombo-venezolana, una cosa es la que viven los pueblos a uno y otro lado de la frontera y otra la que desarman a cada rato los gobernantes de Bogotá y Caracas. Resulta el colmo que para ir a San Cristobal un colombiano deba tener como mínimo permiso fronterizo, cuando debía ser espacio de libre tránsito.

En contadas ocasiones se piensa en grande. Lo común, pues nunca podrá ser normal, es que la dirigencia regional y hasta sus gentes se contenten en la práctica con lo que poco que se tiene como departamento. Cuando existen voces que invitan a soñar y a hacer realidad esos sueños, entonces se les estigmatiza y acusa de todo.

Ojala estos cien años de Norte de Santander como departamento sirvan para que se sienta la alegría de las cosas buenas que se han construido, muchas, indudablemente, pero también para ser conscientes de los enormes retos que se tienen, empezando por formar una clase dirigente capaz y visionaria.

La intención no es aguar la fiesta, sino llamar la atención de lo que merece un departamento tan hermoso como el nortesantandereano, de hombres y mujeres que han ayudado a dar lo mejor de sí para orgullo de Colombia, de paísajes llenos de verde por doquier, de afluentes por donde se le mire y, sobre todo, de una nueva generación que reclama aires de renovación.






lunes, 12 de julio de 2010

España y el pulpo, campeones mundiales


Como no se trata de hacer una análisis del partido final del campeonato mundial de fútbol jugado entre España y Holanda, que dejara a los primeros como nuevos reyes del planeta en ese deporte, sí vale la pena reseñar en este blog el triunfo del equipo rojo, pues al fin y al cabo es un hecho que queda para la historia del balompie.

¡España, campeón del mundo!, se deja leer desde la tarde de ayer en muchos medios de comunicación impresos y virtuales del planeta, mientras en radio y televisión aún se siguen reviviendo los mejores momentos del encuentro definitivo en Sudáfrica, encabezados por el gol de Iniesta y el instante en que Casillas levanta la copa, aunque pesonalmente me quedo con la imagen de ese gran líder, Nelson Mandela, entrando a la cancha del estadio mostrando la sonrisa de la esperanza y del cambio social.

Lo otra buena noticia, por lo menos para Paul, es que este famoso pulpo inglés residenciado en Alemania, no será plato de primera mesa para nadie, pues han decidido perdonarle la vida y jubilarlo. Es mejor retirarse de cualquier actividad cuando se está en lo más grande y no cuando llega la decadencia para empezar a hacer de las suyas.

Felicitaciones, amigos españoles por ese primer título mundial, tienen cuatro años para saborearlo y disfrutarlo, no a Paul, por fortuna, pues dentro de cuatro años en Brasil, esperamos que el campeonato sea nuevamente para una selección de América del sur.

A ahorrar para el 2014. En Brasil nos encontramos.

viernes, 9 de julio de 2010

Las verdaderas figuras del mundial de fútbol






















No nos metamos mentiras, el mundial de Sudáfrica como espectáculo futbolístico fue apenas regularcito. Sin embargo, este deporte sigue siendo la excusa amable para que muchos pueblos del mundo se reencuentren cada cuatro años alrededor de un país y se termine haciendo una gran fiesta, que ayudada por la comercialización y los medios de comunicación, nos pone a un sinnúmero de terrenales a hablar de lo que sucede dentro y fuera de las canchas, a reir, llorar y echar madrazos más seguido de lo que se quisiera.

Lógicamente los partidos de octavos y cuartos de final depararon la emoción de saber que unos equipos pasaban y otros quedaban eliminados de forma directa, hasta llegar a la gran final, esa misma que disputarán este domingo Holanda y España.

Hoy todos conocemos un poco más de Sudáfrica, el país de Mandela, del Obispo Tutu, de la lucha por seguir erradicando del todo el apartheid, de los grandes contrastes, no sólo de su territorio sino del continente africano en sí.

Eliminadas las selecciones suramericanas de la parte final del torneo, con excepción de Uruguay que disputa el anecdótico (no más que eso) tercer lugar del torneo con Alemania, holandeses y españoles acarician, por igual, la ilusión de conquistar por primera vez el campeonato de fútbol del mundo, ése que está a punto de ver finalizada su versión número 19.

Si fuera entendido en la materia diría que España tiene mejores jugadores pero Holanda es mejor equipo. Como apenas soy un simple aficionado dejo que la especulación sea propia de los comentaristas profesionales del llamado ´mejor espectáculo del mundo´. Total, mi favorito para ganar era Brasil y de resto hice fuerza por Honduras. No resulta complicado saber cómo me fue dentro de mi sabiduría y pasión balompédica.

Ahora viene la pregunta obligada y nunca jamás hecha en mundial alguno de fútbol: ¿Quién fue su figura? Antes de iniciarse la competencia algunos anticipaban que sería Messi, otros que Cristhiano Ronaldo, no faltaban quienes apostaran por Kaká, Iniesta, Robben ...

No tengo claro quién ha sido el mejor jugador del certamen, pero no me cabe duda que los protagonistas de la copa del mundo Sudáfrica 2010, visto el asunto desde este rincón de Colombia, son:

1. Vive en el acuario de Seelife de Oberhausen (oeste de Alemania) y tiene por nombre Paul. Sí, el mismo. Se trata del pulpo más famoso del planeta en la actualidad al predecir los resultados de los partidos, sin equivocarse. Es más, propongo que durante las siguientes campañas políticas presidenciales en Colombia se reemplace a las firmas encuestadoras por el carismático animal de mar. Su independencia y seriedad quedaron demostradas cuando vaticinó que el equipo español sería el vencedor frente a Alemania, esta última, la patria que le dá de comer y nadar.

Seguramente quien más sufre hoy es la señora madre de Paul (¿doña Pulpa viuda de Nostradamus?) por todos los improperios que está recibiendo de los hinchas de Holanda, siendo consciente que esos insultos el domingo, después del partido, pueden ser de los españoles, quienes a esta hora permanecen celebrando por anticipado gracias a su hijo.

En fín, la escogencia no resultó nada fácil, pues hasta una modelo paraguaya y una prostituta holandesa querían robarle protagonismo al amigo Paul.

2. El segundo lugar, sin embargo, lo ganó con lujo de detalles un hombre de tez blanca, bigote pronunciado y estatura media, colombiano, para más señas, a quienes Ricardo y Jorge le brindaron la oportunidad de hacer en Sudáfrica lo más valioso que un periodista pueda desarrollar: reportería. Se trata del corresponsal (de Davivienda).

Siempre se le vió oportuno en el lugar de la noticia, intentando abordar a sus fuentes de información, compartiendo con los nativos de ese país, jugando con su salud al beber o soplar todo tipo de cosas para conocer un poco más de la cultura del lugar, arriésgando su integridad física al emitir informes en medio de los aficionados en pleno calor de los juegos, logrando traducir de la mejor forma, al español, declaraciones que le eran concedidas en castellano.

En otras palabras, el corresponsal es digno subcampeón, detrás de Paul, en este mundial donde los sudafricanos se mostraron al mundo con el orgullo de haber cumplido con éxito y globalizado sus vuvuzelas.

Seguramente cada uno de ustedes tenga su propio podio, pero espero que algunos lleguen a coincidir con el mío, para no sentirme tan solitario en esta competida selección de figuras.

Nota: la ventaja de tener un blog personal y no institucional es grande. Se escribe y se opina de todo, hasta del mundial de fútbol.

jueves, 1 de julio de 2010

¡ Pamplona, la ciudad de todos !

La cultura es una construcción social que se genera a partir de las formas en que los pueblos se miran así mismos y en su relación con los demás, lo que les permite formar y transformar de manera permanente esos procesos que terminan forjando sus identidades, significando y resignificando sentidos de vida. No se trata de ninguna definición académica, ni más faltaba, sino de pensar en el hecho de cómo las comunidades trazan sus propios destinos.

Nada más meritorio, entonces, que el valor que las mismas sociedades le dan a sus gestas, a sus antepasados, a sus luchas y fracasos, en una palabra, a su historia.

Por ello, dentro de la relación de ciudades y municipios del oriente colombiano y del país que pueden mostrar con orgullo esa historia, sus personajes, cultura, arte y tradiciones, entre otros aspectos, sin duda alguna está Pamplona a la cabeza. Mejor dicho, Nueva Pamplona del Valle del Espíritu Santo, como la bautizaran sus fundadores Pedro de Ursua y Ortún Velasco de Velásquez aquel primero de noviembre de 1549.

Sin embargo, lo que hoy motiva este escrito no es cosa diferente que destacar la celebración de los 200 años del grito de indepedendencia de Pamplona, ocurrido el 4 de julio de 1810, el segundo que se diera en el país, pues un día antes se había registrado en Cali.

De la mano de la distinguida dama Águeda Gallardo de Villamizar se vivió dicho momento 16 días antes que se diera el grito de independencia de Colombia, el 20 de julio del mismo año. Como bien lo reseñan Flor Delia Pulido y María Clara Valero en su cartilla sobre la Historia y Geografía de Pamplona, ésta desde 1795 "tuvo rango de provincia del Nuevo Reino de Granada y su capital era la ciudad de Pamplona, bajo la autoridad de un corregidor".

El 4 de julio de 1810 tuvo como antecedente el hecho que el corregidor de la época, Juan Bastús y Faya, ordenara disolver la fiesta que se celebraba en la plaza principal el 29 de junio como homenaje del pueblo a San Pedro, manifestando que la reunion no contaba con su aval. Doña Águeda lideraba el festejo. Dias después, citan Pulido y Valero en su texto, "se encontraron en la plaza principal de la ciudad don Juan Bastús y doña María Agueda Gallardo Guerrero. Entablaron una acalorada conversación y ante las insolentes palabras del mandatario, la aguerrida dama arrebató el bastón de mando que sostenia el corregidor Bastús en su mano. Inmediatamente la gente se amotinó alrededor, apoyaron a la señora Gallardo Guerrero, rodearon al mandatario y el pueblo enfurecido lo condujo preso al segundo piso de la Casa del Cabildo". A partir de ese momento los criollos empezaron a mandar.

Entonces, si la independencia de Colombia tuvo su excusa en el famoso florero de Llorente, para recordar lo sucedido en Santafé, en Pamplona fue la fiesta de San Pedro la que ayudó a prender el espíritu revolucionario, lo que alguien hoy podría llamar "alborotar el avispero".

Este rápido repaso quiere apenas significar y recordar la importancia de la ciudad de Pamplona dentro de la historia del país. Los 2.287 metros sobre el nivel del mar, sus 16 grados centígrados de temperatura promedio, el colegio Provincial San José, su universidad, la Semana Santa, su niño huerfanito y el señor del humilladero, la catedral Santa Clara, la fiebre por el oro cuando "pamplonilla la loca", radio Cariongo, el Seminario Mayor, la comunidad de las Clarisas, sus museos, el Palacio Arzobispal, el Tribunal Superior de Justicia, la casa de las marías, las colaciones, el hotel Cariongo ...

Y qué decir, además de doña Águeda, del maestro Eduardo Ramirez Villamizar, José Rafael Faría Bermúdez, Jorge Gaitán Durán, Oriol Rangel, Camilo Daza, Toto Villamizar, Leonardo Canal, Fernando Landazabal Reyes, Beatriz Daza, entre tantos otros personajes públicos y anónimos que han ayudado a dar brillo a la rica historia pamplonesa.

Porque estos 200 años del grito de independencia de Pamplona sirvan para continuar cosechando y recogiendo el espíritu de libertad de sus habitantes, para que lo que queda de su hermoso centro histórico sea cuidado al máximo, para que tenga vías de comunicacion decentes que la conecten con el resto del país, para que sus dirigentes entiendan que es mucho lo que falta por hacer y que de la sóla historia no se vive, para que la juventud conozca la importancia del suelo que pisan y sientan el orgullo de hacerlo.

Ahora, desde hace rato está claro que Pamplona no es sólo de los pamploneses, sino que también le pertenece a los miles de jóvenes que han llegado ilusionados a formarse como profesionales en la casa de estudios de educación en lo superior, que honrosamente lleva el nombre de la ciudad. De igual manera, de quienes han visto en esta tierra la posibilidad de trabajo en diferentes facetas de la vida humana, de quienes aquí han encontrado el amor de sus vidas al són de una serenata junto a la neblina, de quienes siendo de otras tierras han visto a sus hijos nacer o crecer en este valle, de quienes entonan con sentimiento el "noble pueblo blasón de la historia", de quienes compran el pan donde Araque, el ponqué en la casa de las Sandoval y el jamón en el negocio del alemán.

Esta fiesta lo es, de la misma forma, de aquellas otras poblaciones que años atrás vivieran su fundación a través de los expedicionarios salidos de Pamplona para darle nacimiento a Merida, San Cristobal y la Grita, en Venezuela, y Ocaña, Salazar de las Palmas, Bucaramanga y Cúcuta, en Colombia, para citar algunas.

Para que Pamplona, junto a sus titulos de ciudad patriota, precursora de la independencia, mitrada, estudiantil, del saber, educadora, del espíritu santo, universitaria, fundadora de ciudades...en fin, siga siendo "la ciudad de todos".