miércoles, 29 de febrero de 2012

29 de febrero: bendito bisiesto

Pensaba dejar pasar el día, pero la oportunidad apenas se da cada cuatro años. De no haberlo hecho hoy hubiera tenido que esperar hasta el 2016 y seguramente con el alborozo de los juegos olímpicos de Brasil y unos cuantos más de vida 'a las costillas', a lo mejor tampoco podría escribir algo.

Por eso decidí hacerlo. Plasmar unas cuantas frases, a lo mejor sin mayor contenido. Se trata de un 29 de febrero, ése que llega cada 1460 días. Es mas, para la siguiente ocasión falta ver si aún hagamos parte del mundo terrenal o tengamos que mirar los asuntos cotidianos desde otra dimensión.

En Colombia, a pesar de sus grandes maravillas naturales y humanas las cosas no es que hayan cambiado mucho si tomamos como referencia el pasado 29 de febrero. El anterior a ése y el otro también.

Varios de los caciques políticos del país en el último tiempo murieron o se retiraron a su 'cuarteles de invierno' de manera forzoza debido a la avanzada edad, pero ahí quedaron sus hijos, hermanos y primos para seguir alimentando la dirección del poder político en el país y las regiones.

Los Nule de ahora siguen igual o peor de corruptos a los delincuentes de antes, pues las grandes sumas de dinero de los recursos públicos continuan llegando a las manos de los personajes de 'cuello blanco'.

Los gobernantes de antes y los actuales siguen pronunciando discursos contra la corrupción pero cada vez que terminan sus periodos se destapan algunas de las tantas 'ollas podridas' y no se sabe quiénes resultan peores ladrones: los de antes o los de ahora.

Las deficiencias en la infraestructura física del país se siguen atribuyendo a los fenómenos naturales y no a la verdad concreta del asunto: de 100 pesos se invierten 20, 30 o 40 en lo que corresponde  y lo demás se lo reparten entre funcionarios públicos, contratistas e interventores. Por eso se caen los puentes, se destruyen las carreteras, las paredes de los colegios al mes de levantadas tienen grietas y en los hospitales los insumos no alcanzan.

Otro 29 de febero y seguimos con apenas dos canales privados de televisión en un país de 45 millones de habitantes, y los analistas y abogados que opinan del tema resultan en ocasiones siendo empleados o asesores de las empresas mediáticas existentes.

Llegó un nuevo bisiesto y los dineros de varios equipos de fútbol profesional, deporte que tanta pasión despierta, continuan siendo de dudosa procedencia y dirigentes manejando como tienda de barrio los recursos de patrocinios, ingresos por taquillas y queriendo tener como esclavos a los jugadores.

Cuatro años, después de cuatro años y luego de cuatro años más, las carreteras de Norte de Santander siguen siendo un desastre. Temo que llegado el próximo 29 de febrero, si las profecías mayas no nos han borrado del mapa, el panorama será similar.

Qué decir de las eternas discusiones sobre el punto final al conflicto armado interno que vive el país: ¿salida negociada o respuesta violenta para defender el poder o tomarse el mismo? Mientras tanto, mayor degradación y poco respeto a lo que demanda el Derecho Internacional Humanitario. La guerra como negocio.

Pese a todo lo anterior, este 29 de febrero de 2012 para Colombia sigue representando la ilusión de un país de gentes optimistas, esperanzadas en que las cosas mejoren, soñando con asistir nuevamente a un mundial de fútbol, con ganar un reinado universal de la belleza, con que los jóvenes puedan ir a la univesidad a formarse como profesionales, con tener bocado para los hijos, con eliminar la violencia de género, con suprimir el maltrato infantil. En fín, con transformar aspectos de fondo y enorgullecerse también de cosas cosméticas.

Otro 29 de febrero que Dios nos ha dado la oportunidad de vivir. Gracias por ello y por permitirnos escapar de la locura colectiva a través del optimismo y de la esperanza..

Felicitaciones para los cumpleañeros de hoy. Espero encontrarlos dentro cuatro años y tener algo de ahorros para asistir a los Olímpicos de Brasil, en pleno año bisiesto.

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