viernes, 2 de septiembre de 2011

Pura 'carreta' en las carreteras

Loable y apenas justo que el gobierno nacional esté empeñado en sacar adelante el proyecto de la doble calzada entre Cúcuta y Bucaramanga. Obras similares en otras parte del país hacen parte del paisaje mientras que para la región oriental son una auténtica novedad.
Pasos restringidos son comunes en la Vía Cúcuta - Pamplona. Forman parte del paisaje.

Quienes se movilizan por dicha vía que tiene una extensión cercana a a los 200 kilómetros aprecian ya algunos trabajos en parte del trazado, lo que deja advertir alguna esperanza en que el tramo será realidad dentro de algún tiempo. ¿Cuánto? Difícil saberlo, pues en Colombia parece haberse hecho costumbre saber cuándo comienza algo pero no cuándo termina, para los casos de infraestructura liderados desde el sector oficial y que comprometen recursos públicos.

Lo cierto es que entre Bucaramanga - Cuestaboba, además de Los Patios - La Garita se deja ver el movimiento de maquinaria y cuadrillas de trabajadores. 

Trabajos doble calzada. (Los Patios)

Sin embargo, vale la pena recordarle al alto gobierno que mientras la segunda calzada avanza hay que prestarle la mayor atención a la única existente y en funcionamiento, pues su deterioro es evidente tras los estragos ocasionados por la pasada temporada de lluvias y lo que puede intuirse dejará la nueva que inicia.

Lo peor del caso es observar cómo se hizo poco o nada durante las semanas donde reinó el sol, más allá de retirar la tierra, troncos y piedras que habían caído sobre la vía para dar paso restringido a los automotores.

Con el regreso de las precipitaciones vuelven también las incomodidades y congestiones por no haberse hecho lo que se tenía que hacer: atender en forma seria los problemas en los puntos críticos. No se necesita ser ingeniero o especialista en el tema para sacar tan obvia conclusión.

Ni qué decir de otros tramos viales en Norte de Santander. La desastrosa carretera entre Cúcuta y Sardinata recibe cada cierto tiempo paños de agua tibia. De ahí hacía Ocaña los problemas de siempre en los sitios de siempre. 

Quién sabe también cuando se construyan los viaductos que de forma necesaria tienen que hacerse  para evitar los reiterados problemas de incomunicación que se presentan, bien por deslizamientos de tierra o por las condiciones no aptas para el tráfico pesado de vehículos en determinados puntos del tramo.

Aunque seguramente haya otras con dificultades similares en distintos puntos de la geografía nacional, las carreteras de Norte de Santander dan vergüenza. Miles de anuncios se han dejado escuchar de tiempo atrás, año tras año, sin que haya pasado mucho. Presidentes de la República, ministros, directores de institutos descentralizados, políticos y politiqueros, todos han tenido que ver con el tema.

Carretera nortesantanderana
Ha faltado seriedad antes y ahora. Aquí sí que aplica aquella frase popular que del 'dicho al hecho hay mucho trecho'. Eso que se ha vendido como discurso en innumerables ocasiones en el sentido que el departamento Norte de Santander es clave para los planes de competitividad del país ha resultado ser mera demagogia, pues todo ha quedado en el  papel.

Ni qué hablar de otros tramos como Cúcuta-Tibú o Pamplona-Saravena en la llamada vía de la soberanía que une a Norte de Santander con Arauca. 

En conclusión, resulta recomendable que las carreteras existentes tengan la atención del caso y no sigan convertidas en lo que están. ¿Será ése el reflejo de la dirigencia regional?

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