miércoles, 8 de septiembre de 2010

La era Santos en RCN, la radio.


Hoy asumió labores como nuevo director del noticiero de la mañana el periodista y hasta hace un mes Vicepresidente de la República Francisco Santos Calderón, cargo, este último, que ejerció durante los últimos ocho años como segundo a bordo de Álvaro Uribe Vélez.

Su antecedente inmediato en el campo periodístico lo había tenido en el diario El Tiempo de Bogotá en donde antes de ingresar a la actividad política había ocupado varias posiciones, entre ellas la de jefe de redacción de dicho matutino, compartiendo labores durante buen tiempo con compañeros como el actual Jefe de Estado, Juan Manuel Santos, su primo.

Llega "Pacho" Santos, como se les escucha mencionarlo a sus amigos, no en calidad de director general de noticias de Radio Cadena Nacional, RCN, sino como el responsable de la primera emisión del día que va de cuatro a diez de la mañana, a diferencia de lo que ocurría con el ya retirado Juan Gossaín y las diferentes emisiones de "Radiosucesos".

Es un reto importante: primero, por lo que ha representado Gossaín para el periodismo colombiano y, segundo, por dirigir uno de los espacios de mayor audiencia dentro de la carta de programación de una de las cadenas más importantes de Colombia.

Además, con Santos Calderón también RCN ha empezado a hacer énfasis en la frase de "la radio que evolucionó", aunque ese camino está aún por recorrerse para que los oyentes sepamos de qué tipo de avance se habla, de cuáles son las innovaciones que en el campo periodístico vamos a poder disfrutar.

En la fecha por razones laborales no pude escuchar el debut del nuevo equipo periodístico de RCN en la mañana, pero entiendo que los desafíos son enormes, en particular para Francisco Santos Calderón, empezando por hacer entender de manera fácil que, aunque se trate de una misma persona, uno era el político y funcionario público, y otro, quien retoma su ejercicio periodístico.

Tambien, que dicho espacio informativo y de opinión no será ventana para hacer defensa gratuita del gobierno del que hizo parte porque, aunque con logros significativos, también dejó en evidencia enormes prácticas clientelistas y de corrupción, que si bien han sido notorias en muchas otras administraciones no pueden tomarse como disculpa o consuelo.

En ese sentido, aplicar lo que demanda el derecho a la información: por una parte, que los medios tengan libertad para ejercer dicha tarea y, por la otra, que los ciudadanos conozcan esa información de manera veraz y oportuna. No hablamos aquí de objetividad si ésta se piensa desde la postura del comunicador que narra los hechos tal cual ocurren (periodismo liberal), como si fuese una especie de Dios, pero sí desde ese deseo ético al que todo periodista debe buscar llegar, para aproximarse lo más cerca posible a la verdad, actuando con honestidad y conocimiento. Es una forma simple de presentar un tema ampliamente discutido y complejo.

En otras palabras, y dados sus antecedentes en la prensa, hay confianza en que eso se cumpla, Francisco Santos Calderón deberá demostrar, salvo mejor opinión, que en el periodismo no hay amigos ni enemigos, aliados ni opositores, familiares ni desconocidos, como sí ocurre en lo que algunos llaman la 'dinámica de la política'.

Por eso, desde hoy, el Presidente Juan Manuel Santos debe ser para Francisco el mandatario nacional y no el primo con poder, no su antiguo compañero de redacción, ni el anterior colega de gabinete. "Credibilidad por encima de todo", repetía con insistencia el maestro Gossaín sentado en la misma silla que desde la fecha ocupa "Pacho".

En el periodismo hay situaciones cotidianas por interpretar y transmitir para, desde allí, ayudar en la formación de los ciudadanos y en la construcción permanente de ciudadanía, a través del debate, del disenso, de la crítica, del control social, de la vigilancia de lo público.

Finalmente, el problema de hacer radio no es el de tener bonitas voces, por lo menos en el campo periodístico. Gossaín, Arismendi y tantos otros personajes lo han demostrado con sonidos vibratorios que algunos tomarían como impensables para el medio. Seguramente Santos Calderón también lo hará. No se trata de timbres propios de quienes atienden 'lineas calientes'. Lo que realmente vale es el sentido de cada frase que se pronuncia, de cada pausa que se hace, de cada noticia que se emite, de cada comentario que se realiza, del proyecto de sociedad democrática que desde una simple cabina puede hacerse a cada segundo.

Francisco Santos Calderón, bienvenido al maravilloso y mágico mundo de la radio.






1 comentario:

Carlos A. Sanchez Ortiz dijo...

william porque esperar tanto de una persona que nunca podra aportar una critica razonable sobre lo que hace o no hace el "presidente" que ademas son "primo" y que posiblidad de credivilidad tenga en lo que esta diciendo de alguna noticia.