sábado, 21 de septiembre de 2013

Del amigo, paisano y colega: Jorge Rolón García

El corazón se arruga cuando de despedir a un amigo se trata. Ha dejado este mundo Jorge Rolón García, mi paisano de Sardinata, mi colega de periodismo radial en Cúcuta. El 'mamador de gallo' de aquí y de allá.
Jorge Rolón García, 50 años de periodismo.
 
Un hombre al que crecí escuchando en sus relatos deportivos o su ejercicio noticioso en general, y con quien después la vida me dio la oportunidad de compartir tareas en el campo profesional, así nunca hubiésemos trabajado en un mismo medio de comunicación, sino cada quien en el suyo.
 
Cómo no recordar de Jorge su especial sentido del humor, los particulares apuntes para sacarle chispa hasta a la situación más insignificante que pudiese encontrar a su paso.
 
Todos quienes integrábamos en los años 90's el equipo de fútbol de los periodistas de Cúcuta fuimos bautizados con esos apodos que a él sólo se le ocurrían y que todos  aceptábamos con una larga carcajada. 'La mirla', así me decía en los campos de fútbol al ver mis piernas flacas, pero ya en otros escenarios me llamaba 'Luis XV', disque porque, al igual que los muebles que llevan ese mismo nombre, "estaba bien acabado" (también por lo flaco).
 
Cómo olvidar aquella empresa que montara con el también colega Arbenis Petit López para entregar los famosos premios PEROL (Petit-Rolón), donde reconocía la labor de los periodistas de Cúcuta. En un par de oportunidades Jorge y Arbenis tuvieron a bien destacar el trabajo profesional de quien escribe esta nota.
 
En algunas oportunidades cuando nos encontrábamos en las ferias de nuestra querida Sardinata siempre decía que era la única parte donde yo le invitaba algún trago, "porque el que pagaba la cuenta era el profesor Gómez", mi papá. En el pueblo se le recuerda, se le aprecia y se le quiere.
 
Hoy se nos fue Jorge Rolón García, venido a menos físicamente en el último tiempo por cuestiones de salud, pero de quien queda en el recuerdo las muchísimas ocasiones en que nos robara sonrisas y carcajadas para celebrar sus apuntes.
 
El periodismo de Norte de Santander, los oyentes del 'Parajito Chismosito', sus amigos, sus compañeros, sus familiares, sus paisanos...todos, estamos de luto.
 
Hoy está la tristeza por el amigo que se va, pero queda la alegría de haber compartido muchos momentos con un hombre que supo disfrutar la vida y contagiar su entusiasmo.
 
Para la mona, para sus hijos, un abrazo fuerte de condolencia.
 
Jorge, nos va a hacer falta. ¿O me equivoco?
 
 

lunes, 16 de septiembre de 2013

¡Palabras menores!

Una columna radial de Antena 2  bautizada como Palabras Mayores a cargo del comentarista deportivo Carlos A. Vélez fue reproducida en el diario digital Cápsulas que dirige el periodista Alfredo Carreño desde Medellín, luego de celebrado el partido entre Uruguay (2) y Colombia(0) por las eliminatorias mundialistas.
 
Quien dirige este blog remitió un texto al colega Alfredo, el cual fue publicado, razón por la cual deseo compartirlo también por este medio virtual, agregando los comentarios recibidos allí en cápsulas por otros miembros de esta comunidad virtual de fútbol y de radio. Al fin y al cabo se trata de refutar argumentos con otros argumentos, nunca de atacar a las personas. Es apenas fútbol.
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 ¡Palabras Menores!

Alfredo, buenos días. Dados los análisis y comentarios surgidos de periodistas y aficionados tras la derrota de Colombia ante Uruguay, considero que hay que poner las cosas en una posición equilibrada.
 
Me explico: ciertos periodistas de fútbol, principalmente de medios nacionales con sede en Bogotá, nos quieren hacer creer que este deporte es una especie de ciencia o disciplina científica de alta complejidad que solamente unos pocos privilegiados pueden entender; es decir, ellos mismos, y que los demás mortales somos idiotas útiles al dejarnos llevar únicamente por aspectos pasionales y no racionales.

Además de eso, cada vez que hablan, aunque en ocasiones reconocen que son apenas sus puntos de vista particulares los que van a exponer, terminan tratando de ‘babosos’, ignorantes o acomodados a quienes se atreven a pensar lo contrario.
Lo más paradójico del asunto es que dichos ‘autodioses’ orientan sus aparentes conceptos futbolísticos de acuerdo con las circunstancias, o mejor, según quienes sean sus protagonistas.
Por ejemplo: a idénticos o similares resultados y funcionamientos estratégicos y tácticos en una cancha de juego, los comentarios pueden ir y venir según se trate de personajes amigos, o no, como Pekerman, ‘Bolillo Gómez, Pinto, Guardiola, Mourinho, Rueda, ’Pecoso’ Castro, etc.
En otras palabras, si apenas la mitad del vaso tiene agua, entonces, según los intereses y afectos del supuesto analista, el recipiente está medio lleno… o medio vacío. Desde cualquiera de dichas opciones se enfilan baterías para intentar impresionar con amplios y aburridos monólogos bajo el argumento de decir “lo que a mí me dé la gana”.
Se cuestiona a Colombia sobre su comportamiento futbolístico, pero se olvida que la meta era ir al mundial, objetivo casi cumplido. Entonces, hay que molestar por lo primero para reducir la dimensión de lo segundo.
Si se jugara muy bien pero no se clasificara, dichos comentaristas serían los primeros en vociferar términos como ‘fracaso’ e ‘incompetencia’. Es más, asegurarían que a Pekerman no se le contrató para jugar bien sino para llevar a Colombia al mundial 2014.
Revisemos la calidad del fútbol jugado en los mundiales recientes. No olvidemos que se trata de una actividad practicada por humanos y no por máquinas. Ésta, a su vez, analizada por humanos, no por dioses.
El fútbol no es cosa de otro mundo, por lo tanto no implica que sean unos pocos quienes entiendan las dinámicas del juego. Solamente que quienes tienen la oportunidad de expresar sus apreciaciones a través de un medio de comunicación pueden llegar a ejercer algún tipo mayor de influencia que quienes no tienen esa posibilidad mediática.
Al fútbol hay que quitarle todo ese drama que se ha inventado a su alrededor y que muchos, de forma consciente, han alimentado para sacar provecho. No por ello dejará de ser una linda fiesta y de generar tantas pasiones.
Finalmente, valdría la pena empezar a evaluar también la calidad de algunos espacios periodísticos donde se vive cuestionando todo, donde nada gusta, donde todo es negativo.
Es sabido de personajes de los medios que en materia de audiencia van cada vez más en picada, que en los recientes años han tenido programas radiales nacionales que han durado tanto como un dulce en una fiesta infantil, que en sus apariciones televisivas parecen más recitando (y de forma muy regularcita) que hablando e informando.
Un buen periodista se gana el respeto, no la animadversión de sus oyentes televidentes o lectores. Por fortuna, En Colombia son más los primeros que los segundos.
Lo que aquí se escribe es apenas la postura de un periodista, profesor universitario e integrante de la ciudadanía. De una persona común y corriente que entiende que lo suyo no es palabra divina, no es la única perspectiva posible. Por eso respeto las demás.
A lo mejor las palabras mayores corresponden a seres superdotados, únicos en su especie.
Alfredo, espero haber sido lo suficientemente claro y respetuoso, porque cuando el país tiene una razón suficiente para estar alegre y unido, no resulta justo que aparezcan los personajes de siempre a ponerle un ‘pero’ a todo.

 
·  Jaime Uribe
12:31 PM on 14 septiembre, 2013
*Por comentario de William Javier Gómez
Gracias a William Javier Gómez por este excelente comentario sobre el tema, me gustaría que se hiciera lo posible para que Carlos Antonio Vélez lo leyera y piense un poco sobre lo que pensamos los aficionados al fútbol que no siempre es lo mismo que los “comentaristas deportivos” quieren que pensemos.
Jaime Uribe
Del editor. El comentarista no siempre coincide con lo que piensa el hincha. No necesariamente. El hincha analiza con el corazón. El comentarista está en la obligación de contar lo que ve en la cancha.
·  Juan Ribero
1:15 PM on 14 septiembre, 2013
*Por comentario de William Javier Gómez
Ojalá los comentarios sean transparentes como el de WILLIAM JAVIER GOMEZ, comparto en su totalidad sus apreciaciones y le anexo algo muy importante: EL 99% DE LOS PERIODISTAS O DIRECTIVOS DEL FUTBOL EN COLOMBIA, nunca jugaron un deporte competitivo, si acaso recreativo, entonces si partimos de esta apreciación sus objetivos con sus comentarios son otros y no profesionales y para completar nuestra televisión es muy irrespetuosa con todos nosostros, en un partido de Colombia nos pasan aproximadamente 90 comerciales y en la mayoria de los casos tapan un 50% la imagen del partido y NADIE DICE NADA, estamos en colombia donde casi todos nuestros derechos son vulnerados.
Lo triste es que esto no tendra cambio,
Saludos a todos y celebremos la clasificación al mundial y desearle el éxito a nuestra Selección Colombia y que DIOS guie a PEKERMAN en el armado del equipo.
Juan Ribero
Del editor. Difiero del concepto inicial de Juan. ¿Para comentar de fútbol se tiene que ser futbolista en el plano competitivo? Que tal.
·  Gustavo Ruiz
3:16 PM on 14 septiembre, 2013
*Felicitaciones al Comunicador William Gómez 
La catadura de profesor, de verdad, se le nota en el tono reflexivo de su texto. Una pieza de sensatez y de respeto hacia el debate sano y hacia el fútbol bien pensado. Adhiero plenamente a sus argumentos.
Gustavo Ruiz
·  luis gomez
8:45 AM on 15 septiembre, 2013
*Por comentario de Carlos Antonio Vélez
Para mi es verdad lo que dice el sr Vélez, que Colombia ha ganado y es lo que importa también es verdad, aquí lo que resalta el Sr Vélez es que no se juega bien, yo también lo he comentado, la suerte acompaña, y ganar como sea lo maquilla todo, hay que corregir muchas cosas para mejorar y ser la selección que gane y no deje dudas. Un abrazo,
Luis Gómez
 

martes, 10 de septiembre de 2013

El espíritu que necesitamos para todo

La fe, la esperanza, la unión, el estado de ánimo positivo, la creencia de que sí se puede. En fin, la actitud de hoy para acompañar la clasificación de Colombia al próximo mundial de fútbol en Brasil, es la misma que necesitamos para enfrentar los serios problemas del país.
 
Hoy en el partido de fútbol no hay uribistas ni santistas, ni chachacos ni costeños, ni guerrilleros ni militares. Hoy lo que hay, y de sobra, son colombianos.

Observar en la calles y oficinas, en los vehículos particulares y de servicio público, miles y miles de compatriotas vistiendo el color amarillo de la selección es algo que emociona.

Una causa común es lo que debe llevar también al pueblo colombiano a hacer causa común frente a tantas cosas que causan división, enfrentamientos, antagonismos, varias de ellas no gestionadas de manera pacífica sino a través del resentimiento y de la violencia.

Los mismos gritos de ¡Colombia! ¡Colombia! ¡Colombia! son los que deben imperar pensando en poder disfrutar de una vez por todas de un país con inmensas posibilidades de ser, como dirían coloquialmente algunos, "el mejor vividero del mundo".

Hoy las regiones se integran, las aspiraciones de unos se convierten también en las aspiraciones de otros. Los sueños de unos son los sueños de todos.

Lo que un deporte popular como el fútbol a través de un seleccionado nacional logra despertar en las distintas comunidades es lo mismo que nos debe motivar para que, en vez de dejarnos separar por asuntos de política partidista, por ejemplo, hagamos causa común y seamos solidarios con las necesidades y aspiraciones de tantos grupos sociales que hoy, como ayer, reclaman estilos de vida dignos.

Que la probable clasificación al mundial 2014 sea excusa válida para que los colombianos reafirmemos nuestra confianza por la construcción de un territorio equitativo, justo, de relaciones armónicas.

Ése es el aporte que hoy nos hacen nuestros jóvenes futbolistas, de diferentes regiones, quienes nos han venido enseñando que la clave para salir adelante es un buen trabajo en equipo, además de disciplina, constancia y rigor, pues talento tienen, y de sobra, pero el talento por sí sólo no resulta suficiente.

Los momentos de alegría hay que disfrutarlos. Hoy, seguramente, sea uno de ellos. Ahora, si toca aplazar la fiesta por unas semanas, pues simplemente será eso, porque  Brasil 2014 nos espera.

Que el deporte siga siendo fuente de inspiración para demostrar una y otra vez que en Colombia ¡Los buenos somos más!